Organiza bien tu cocina según el método Konmari.



Divide toda la parafernalia de la cocina en tres categorías :
  1. Cosas para la mesa,
  2. cosas para preparar la comida
  3. y los ingredientes.
Cada categoría la colocas en un lugar diferente y eliges en cada una lo que guardas y lo que tiras. Todo lo que no usas, debe de ir fuera. Mira bien la fecha de los ingredientes que ya han caducado,...

Cuando ya hecho la selección, el siguiente punto que debemos de observar es la facilidad de limpieza y mantenimiento de los objetos. En los restaurantes, éste es un punto clave. Los chefs han de trabajar rápido para evitar que la vajilla se acumule. Privilegia siempre la facilidad de limpieza a la facilidad de uso.

Mantén la mesa y la encimera limpias y despejadas, sin trastos por en medio. Intenta que cada objeto tenga su plaza en un armario o cajón, de forma que al limpiar solo tengas que pasar rápidamente la esponja, barrer y lavar el suelo. Tardamos mucho más si tenemos que ir desplazando objetos y volviéndolos a colocar a cada vez.

Cada vez que uses aceite y ensucies un poco o que derrames agua, pasa un trapo sin esperar.

No pongas nada al lado del fregadero ni de los fogones, evitarás que las cosas se ensucien con las proyecciones de aceite o de agua.

Ojos que no ven, corazón que no siente : guarda todas la comida y maquinitas en el armario, para que no te den ganas de hacerte una tostada o de picotear unas galletitas saladas.


Deja a la vista un frutero bien lleno de color que aporta alegría a tu cocina. Verás que resistirás mejor a la tentación de ir al armario a por la barra de chocolate.

Mantén tu nevera al 30% vacía : sabrás mejor lo que tienes en cada momento y además siempre tendrás sitio para guardar los restos o algún regalo sorpresa (una visita que se presenta con una tarta). Lo que debas consumir en primer lugar, ponlo al nivel de los ojos.

Siéntete orgullos@ de ti : la cocina es el único lugar de la casa en el que a pesar de haber tirado o dado mucho y ordenado, siempre parece que hay demasiado. Lo importante es el saber dónde hemos ordenado cada cosa.

Haz del lugar en el que comes un sitio feliz : debe de estar libre de distracciones (nada de televisión; se puede poner un poco de música) y lleno de cosas que nos gustan como un bonito mantel, unas servilletas, encender una vela, algún perfume que nos haga sentir bien.



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